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jueves, 17 de mayo de 2018

Gina Haspel deja conforme a unos pocos

Por Matraquito91

109 generales y almirantes retirados de todo el territorio estadounidense exigieron al Congreso de su país oponerse al nombramiento de Gina Haspel como la nueva directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), una mujer a la que medios de prensa de todo el mundo apodaron como «la reina de la tortura» en una clara referencia al rol de la misma en el controvertido programa de interrogatorios de esta entidad en su batalla contra el terrorismo a lo largo de muchos y muchos años. ¿Cómo una oficial que se vio involucrada en tales crímenes puede asumir dicho cargo sin obstáculos? 

En su solicitud oficial, los ex militares norteamericanos citaron los informes no refutados anteriormente de que Gina lideró en el 2002 una cárcel secreta en uno de los denominados «sitios negros» de la CIA y que, además, estuco estrechamente implicada en actos de tortura contra sus prisioneros.

En resumen, que hubo denuncias de que Haspel organizó y supervisó la tortura cotidiana de los detenidos en dicho lugar, una prisión que se ubicaba en Tailandia, y que tampoco hizo el intento por acabar con estas inhumanas prácticas. Por ello y por otros motivos, quienes firmaron la solicitud en cuestión invitaron también a desclasificar el papel de Haspel en el «popular» programa de cuestionamientos de la CIA, distinguido por los abusos físicos y psíquicos y por una mala administración.

«No existe excusa para su participación en prácticas torturadoras y entregas extraordinarias de prisioneros», afirmaron los ex altos oficiales de alto rango. «No aceptamos seguir órdenes tras la Segunda Guerra Mundial y no debiésemos hacerlo hoy día», reclamaron los firmantes de la carta aludiendo a los juicios donde los defensores de varios criminales de la guerra nazi pretendieron sugerir que los acusados solos seguían instrucciones de sus superiores.

Igualmente, los ex militares estadounidenses recalcaron que como el «submarino» otras maneras de torturar o tratos crueles son, y siempre serán, ilegales. Por lo tanto, los mismos sostuvieron que las personas al servicio del Gobierno estadounidense, antes y ahora, e inclusive en los niveles más bajos, debieron negarse a cometer tales acciones.

Los 109 generales y almirantes retirados que se remitieron a través de la misiva a la Casa Blanca, se mostraron muy precoupados por la posibilidad de que una persona con el «curriculum» de Gina Haspel sea elevada a un cargo superior. Ahora, entre estos firmantes resaltan el jefe del Comando de Transporte de EE.UU., Walter Kross, el ex comandante del ejército en el continente europeo, David Maddox y el ex inspector general del Dpto de la Armada, Lee Gunn.