Matar saldrá más caro
El Senado votó otra ley de seguridad que se acordó en la comisión interpartidaria de 2016: se aumentó la pena para el homicidio culposo. Además, se consideró como un agravante matar a cierto tipo de ciudadanos: funcionarios policiales y jueces o fiscales, siempre que el delito fuera cometido a raíz o en razón de su calidad de tal.
Esta semana se supo que el senador Pedro Bordaberry dijo que al fin el camino del oficialismo es el aumento de penas. Lo bueno es que ha perdido el miedo a hacerlo y sigue haciéndolo. Es bueno que desde el oficialismo el Frente Amplio esté agravando penas, de a poquito y no en forma contundente lo va haciendo. Es como cuando se va a dar una inyección y hay que hacerlo de a poquito. A veces es mejor tomar todo el jarabe de golpe y modificar todas las normas como estamos proponiendo. De a poco se va haciendo, destacó a la prensa nacional.
El proyecto se votó por unanimidad pero en el Frente Amplio la senadora Mónica Xavier manifestó alguna discrepancia y la senadora Constanza Moreira se retiró de sala y no votó. ¿El motivo? Señaló que todas las cátedras de derecho penal de todas las universidades se opusieron al proyecto.
También afirmó que hay algo de la ciencia, lo digo entre comillas, jurídica que nos está desaconsejando repetidamente, insistentemente, no votar este tipo de proyectos. No es el primero ni será el último en el que la doctrina en Uruguay desaconseja vivamente.
Por su parte, el senador Heber criticó la visión de la Academia que pide a los legisladores equilibrio y proporcionalidad en las penas. Esgrimen argumentos como que la rapiña es más castigada en el Código Penal que el homicidio y se sugiere, bajo mi asombro, que como hay penas que gravan más el derecho de propiedad que la propia vida, lo que hay que hacer es bajar la otra y no subir la pena respecto a la protección de la vida. Son personas que conocen mucho del derecho pero que a mi juicio, lo digo con todo respeto, viven en una campaña de cristal, afirmó.
Moreira dijo que el legislador quiere decirle a los jueces lo que tienen que hacer. Para él, atarle la mano, atarle la mente, no, atarle la decisión a los operadores del Poder Judicial para que no puedan prever circunstancias atenuantes o agravantes. Les vamos a dar escrito por ley todo lo que tienen que hacer. Es el sueño del legislador, decirle a los jueces exactamente lo que tienen que hacer. En la legislación vamos rigidizando el sistema y vamos limitando el margen de acción que tienen los operadores judiciales para actuar porque no confiamos en ellos, cuestionó la senadora.