Jugos con “Amor” y un obsequio
Desde la aprobación en California del uso y consumo de la Marihuana con fines terapéuticos varias han sido las iniciativas en distintas regiones de Estados Unidos, incluso en aquellas que aún no se ha legalizado, para venderla o al menos comercializarla de manera clandestina. En varias regiones de la Unión como Massachussets, algunas empresas han aprovechado los huecos legales para entregar marihuana a domicilio. Todo como parte de la estrategia de burlar la decisión de la nueva administración que pretende rescindir la política del gobierno de Barack Obama que planteaba no interferir con las operaciones legales de venta de marihuana.
En Massachussets emprendedores locales como HighSpeed, dedicada a la entrega de jugos a domicilio, ha aprovechado una brecha legal que permite el envío de pequeñas cantidades de marihuana como “regalo” de un adulto a otro. O sea que en tiempos de fiestas los “pitillos” pueden ser un buen obsequio. High Speed ha sido doblemente inteligente, puesto que aprovechando esta “regulación” ha incrementado su venta de jugos ganando adeptos a diario por sus “regalos” y se afianza en el mercado el emergente mercado de venta de marihuana.
Hasta el momento, la botellita de jugo menos cara tendrá un costo de alrededor de 55 dólares, pero llegará hasta la puerta de la casa con el preciado regalo. Según el senador republicano de Maine, Roger Katz, este es un negocio ilegal e injusto, pues no solo compite deslealmente con los competidores del rubro por el “servicio extra”; sino que también favorece la ilegalidad y el descontrol en la venta regulada del estupefaciente. Katz añade que para varios comerciantes este es un momento ideal para asegurarse un espacio en el mercado regulado y establecer presencia en la futura lucrativa industria.
Un reporte recientemente arrojó a la luz que tan solo en Massachussetts al menos cuatro firmas están ofreciendo marihuana como regalo. Este limbo legal se ha convertido en la espada de Damocles para las autoridades de los gobiernos estaduales. Puesto que emprender acciones contra los que pueden ofrecerla legalmente, podría acrecentar el “mercado negro” a través de las lagunas legales dejadas sobre el consumo y distribución de la “hierba”. Y ciertamente la ley los ampara o al menos les sirve de sombrilla. HighSpeed, con sede en Washington, esclareció que su empresa no va en contra de las normas y regulaciones. Irónicamente su fundador David Umeh declaró a la prensa “Respetamos la actual legislación, mientras dure”. Leo Beletsky, profesor de derecho de la Northeastern University de Boston, comenta que aunque este tipo de “gancho” publicitario no es explícito en los medios de comunicación ni en las publicidades de las compañías, la voz se corre.
Esto a quién más perjudica es a los clientes quienes están a merced de los comerciantes. HighSpeed, por ejemplo, no menciona la marihuana en su portal pero vende jugos a precios que van de 55 a 150 dólares, dependiendo de si lleva “Amor” a secas o “Mucho Amor”.
Un grupo de periodista que analiza la implementación de la ley demostró que la brecha del “regalo” permite a High Speed ofrecer botellas con una cantidad de “Amor” equivalente a 3,5 gramos (un octavo de onza) de marihuana. Y aunque el presidente Donald Trump en su discurso sobre el estado de la Unión no mencionó nada sobre estos limbos legales relacionados con la venta de marihuana, de armas y otros relacionados con los emigrantes, lo cierto es que mucho le quedará por resolver en su administración que se enfrentará a sus propias contradicciones al querer frenar sin raciocinio las leyes de su predecesor.
Por el momento, a tomar jugo de High Speed con “Mucho Amor”.