La vejez, un cambio involutivo
Los procesos involutivos asociados al envejecimiento se manifiestan a nivel molecular, celular y funcional con una expresión evidente en el fenotipo visible. También afirma que el hecho de sufrir algunas enfermedades en la vejez está relacionado con situaciones ambientales en las primeras edades de la vida. Finalmente expresa lo complicado que es delimitar la vejez normal, producto de la gran diversidad individual y poblacional existente en este aspecto, así como su relación con las enfermedades. Sin embargo, define el envejecimiento satisfactorio como .aquél en el que se retrasan los cambios involutivos, en el que la alteración de estructuras corporales y la pérdida de las capacidades funcionales es más lenta y que, además, se mantiene libre de problemas y enfermedades discapacitantes o que aumenten el riesgo de muerte.
Estos estudios consideraban la longevidad como la forma propicia de desarrollar ciclos vitales de larga duración, utilizándose en la sociedad en su conjunto. La longevidad es entendida como .la capacidad de algunos miembros de una especie para aproximarse más que otros a la duración potencial que tienen fijada como especie, y se mide por la edad de muerte. Los individuos son considerados longevos cuando tienen más de 85 a 90 años. La Antropología tiene en cuenta una serie de factores biológicos, sociales y culturales para la comprensión del proceso de envejecimiento, así como también está presente la diferencia genérica. Para éstos, la vejez placentera es un privilegio y a la vez un logro social asociado a un derecho que debía disfrutar toda persona.
La vejez ha sido de poco tratamiento por parte de la ciencia sociológica, el nacimiento de sus estudios no se pueden enmarcar en una época concreta. Es a mediados del siglo XX que se aprecia un interés por parte de los sociólogos de estudiar dicho tema, esta preocupación se debe al hecho de que con la llegada de la modernidad se ha dado una disminución de la mortalidad y una disminución de la fecundidad, así como el aumento de la esperanza de vida, las personas viven más, es decir, las poblaciones mayoritariamente estarán constituidas por personas mayores dentro de unos años. Estos cambios provocados por la modernidad son resultado de fenómenos sociales que se fueron desarrollando en todas las sociedades. Fenómeno que logró despertar en los sociólogos la mirada hacia dicho tema, ya que en la vejez influyen factores biológicos, psicológicos, pero también sociales, pues el proceso de envejecimiento incide en la forma de ser y en el comportamiento de los individuos.
Simone de Beauvoir escribió en 1970, La Vejez, donde expresa sus inquietudes sobre el desarrollo de ésta, y plantea que las personas mayores se han transformado en una parte de la sociedad que está marginada por los individuos, al igual que los inmigrantes o los pobres .la infelicidad del anciano es un signo indiscutible del fracaso de la civilización contemporánea. Se puede observar una gran preocupación por parte de la autora sobre lo que la modernidad traía consigo para este grupo social.
En su ensayo, se pudo reflejar de la mejor manera posible un problema social que concierne a la sociedad en su conjunto, ya que la vejez es un proceso al que gran parte de los individuos llegan en un momento de sus vidas. Percibió claramente el rechazo que hacia este grupo había y las consecuencias sociales que para los individuos traía aparejada. Se percató de la poca importancia que a los ancianos les brindaba la sociedad de su época y la repercusión que podía traer esto consigo. Plantea la idea de que .la vejez no es un hecho estadístico: es la conclusión y la prolongación de un proceso, es decir se trata de analizar la evolución de la vejez como proceso, conociendo las características propias del mismo. .. la sociedad impone a la inmensa mayoría de los ancianos un nivel de vida tan miserable que la expresión <<viejo y pobre>> constituye un pleonasmo; a la inversa, la mayoría de los indigentes son viejos. Aquí Beauvoir está llamando la atención sobre una situación que se está dando en la sociedad y que no es nada favorable para ésta, pues las personas mayores forman parte integrante de la misma, y como tal se les debe tratar.
Afirma además, que ante la imagen que los viejos nos proponen de nuestro futuro, somos incrédulos; una voz en nosotros murmura absurdamente que no nos ocurrirá. Antes de que nos caiga encima, la vejez es algo que solo concierne a los demás. Así se puede comprender que la sociedad logre disuadirnos de ver en los viejos a nuestros semejantes.20. Esta idea llama a la reflexión individual sobre la vejez, ya que todos llegarán algún día a esa etapa de la vida; y si no se cambia la concepción que se tiene de este período seremos tratados de igual manera a la que es expuesta por Beauvoir en su ensayo