¿Sabes que órganos no necesitas?
El cuerpo humano, a pesar de su funcionalidad como un organismo en su totalidad, podría vivir sin algunos de sus órganos o solo con parte de ellos. Somos capaces de llevar una vida relativamente normal sin algunos órganos como el apéndice, el bazo, los pezones masculinos, partes del estómago, entre otros.
Científicamente se ha demostrado que una persona podría sobrevivir solo con la mitad de su cerebro, aunque esto podría acarrear afectaciones físico motoras. Esta peculiaridad del organismo se debe a los restos biológicos de la evolución humana o a eventos derivados de accidentes, enfermedades y mutaciones, factores que igualmente intervienen en estos procesos. No obstante ningún doctor que se respete en este planeta recomendaría la extirpación de ninguna parte de nuestro organismo, a menos que hubiese un riesgo importante para nuestra salud.
Entre las partes de nuestro organismo de las que podríamos prescindir se encuentran las amígdalas las amígdalas, el bazo, algunos huesos como el coxis, la vesícula, entre otros. Está demostrado que igualmente podemos vivir sin uno de los riñones y que también se podría continuar la existencia sin alguno de los miembros reproductivos como el útero, el ovario o los testículos, que a pesar de cumplir una función reproductiva imprescindible para la continuación de la existencia humana, son partes de nuestro organismo en las que su ausencia no se haría tan notoria, aunque las personas que no cuenten con estos miembros deben tomar suplementos hormonales para remplazar las que estos órganos producían.
Otros casos de órganos no imprescindibles pero necesarios son la glándula tiroides y los pulmones. En el primer caso los especialistas aseguran que podemos vivir sin esta glándula, aunque habría consecuencias derivadas de esto, que se deberían tratar con hormonas. En cuanto a los pulmones, aunque podríamos prescindir de uno de ellos, la respiración quedaría restringida y nuestra calidad de vida disminuiría y solo se aseguraría si el otro pulmón se encuentra en perfecto estado.
En conclusión es necesario que cuidemos de nuestro organismo mientras esperamos por más avances médicos que nos permitan envejecer con una mayor calidad de vida, mejorando el desempeño de nuestros órganos cuando estos fallan o dejan de funcionar.
